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ALPINITO MI PEOR MAESTRO



En el colegio, tuve un profesor desde séptimo hasta once que dictaba religión y ética, y sé que aunque muchos no le den importancia a estas materias, igual el profesor debe hacer su trabajo de enseñar sobre estos temas. Pero mi profesor era diferente, empezando porque hasta apodo le tenían, le dicen “alpinito” (odiaba que le dijeran así).
El profesor siempre llegaba quince minutos después a clase, entraba al salón y no se acordaba si estaba dando religión o ética, ya cuando lo recordaba nos decía sobre algún tema lo más breve posible o hay veces ni explicaba tema solo se sentaba en su esquina a mirar a los estudiantes que tuvo cinco años que ni siquiera se les sabia los nombres, y aun así ni se daba cuenta si entraba todo el grupo al salón o si algunos “capaban”.
Nos dictaba cuatro horas a la semana, dos horas de tica y dos horas de religión, las cuales los estudiantes, pensábamos “cuatro horas libres”. Hubo clases que entraban personas de otros cursos, se quedaban en la clase y él ni se daba cuenta ni los reconocía. Hubo una clase en la que las personas estaban gritando y jugando porque él no daba clase, solo quedaba ahí sentado, como contando las horas para salir de clases, y paso el coordinador, y cuando él pidió explicación de lo que estaba pasando, el profesor solo dijo que era una explicación sobre la contaminación auditiva. Muchos profesores trataron de sacarlo del colegio por su enseñanza o bueno porque no enseñaba nada, ya que ellos decían que se ganaba el sueldo de gratis pero aún no han podido sacarlo.
El profesor sacaba notas porque era obligatorio, pero lo hacía de la manera más fácil que el encontraba, así que tres o cuatro clases antes de terminar el periodo nos daba unas hojas o guías con conceptos de las materias, y lo que nosotros alcanzáramos a pasar de la guía al cuaderno era la nota; entonces en la última clase calificaba cuadernos con lo que se tenía escrito de las guías y entre más escrito se tuviera más nota se sacaba. En el colegio se hacían unas evaluaciones obligatorias por periodo, así que por desgracia del profesor tenía que tomarse el tiempo de buscar un texto y elaborar unas preguntas sobre ese texto, pero aun así ponía las preguntas más fáciles que se le pudieran ocurrir, ojala que tuvieran la misma respuesta dentro de la pregunta, o a veces ponía preguntas que no tenían nada que ver ni con el texto ni con la materia. Pero daba igual porque nunca califico esas evaluaciones o por lo menos nunca entrego la nota de dicha evaluación, según él se le perdía esas evaluaciones o que todos habían sacado 4.0.
Creo que es fue y será el peor profesor que he tenido, que no quería su profesión, que no le interesaba en lo más mínimo dejarles un pequeño aprendizaje sobre ética o religión a sus estudiantes, que no le interesaba quienes eran sus estudiantes, a él solo le interesaba estar en un salón de clase para que al final del mes le pagaran.

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